Las ordenes básicas las acata, ven aqui, dame la patita, no comas eso, suelta, escupe eso...
Lo de hacer pipi en la calle lo lleva bien, en cuanto pisa la hierba la bautiza con liquido y solido, pero al llegar a casa hace lo mismo, paciencia, ya que a veces parece que le entra por un oido y le sale por el otro, le chillas porque ha hecho algo malo y él lo interpreta como que le estoy diciendo: ¡Vamos a jugar, venga campeón!, se pone todo nervioso, te trae la pelota y se pone a echar carreras por la casa, incansable, no se agota, tiene más energia que que cualquier ser vivio que conozco, duerme lo justo y cuando abre los ojos ya esta inquieto por descubrir, morder, jugar...
¡¡Una pequeña guindilla de cuatro patas!!
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