Ya lo notan los animales cuando arrecia el frío, mudan de pelo, se enroscan entre las mantas, buscan el calor del que escapaban en verano.
La caida de la hoja lo marca, el principio de un cambio, por eso antes de ducharnos por las mañanas ponemos un poco de aire caliente en el baño para que se climatice caloricamente el ambiente y no se tan duro el cambio de cama a ducha.
Nada más abrir la puerta el señorito Leroy se postra frente al calefactor, esperando ansioso a que este comience a expulsar aire caliente, hasta tal punto de quedarse dormido de pie, otro que como su mami nos ha salido friolero.
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