
Los pequeñajos crecen sanos y fuertotes, ya pesan 500gr (que se dice pronto), sus pequeños ojos vidriosos se mueven intentando reconocer formas pero creo que manchas enormes de sombras y escasez de luz es lo que cubre sus retinas.
Se mueven un monton y cuando no encuentras su fuente natural de alimento chillan para que su mama les escuche y acuda a su rescate, la cual va rauda y les saluda con un lameton y con el morro les indica un ."¡Ven con mama que vas a coger frío!"
Al principio se resguardaban más donde su mami pero ahora se generan calor entre ellos e incluso algunos duermen a pata suelta y panza arriba con una cara de satisfacción enorme.
¡No hay nada como el calor del hogar!
1 comentario:
estan guapisimos! es precioso tener la oportunidad de ir viendoles crecer poco a poco! besos y gracias!
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